miércoles, 3 de noviembre de 2010

Eros y Poder: "El país de las mujeres" de Gioconda Belli



Siempre sorprendiéndonos Gioconda Belli, escritora nicarguense, ha presentado su última novela "El país de las mujeres"*, donde lo impredecible sucede. Por ejemplo, la erupción del volcán Mitra del país de Faguas, baja los niveles de tetosterona de los hombres, e impulsa la campaña electoral de las mujeres del "Partido de la Izquierda Erótica" -PIE-, que tiene como consigna el "felicismo" como modo de vida para todas y todos. El PIE nos expresa en su manifiesto lo siguiente:
"1) Somos un grupo de mujeres preocupadas por el estado de ruina y desorden de nuestro país. Desde que esta nación se fundó, los hombres han gobernado con mínima participación de las mujeres, de allí que nos atrevamos a afirmar que es la gestión de ellos la que ha sido un fracaso De todo nos han recetado nuestros ilustres ciudadanos: guerras, revoluciones, elecciones limpias, elecciones sucias, democracia directa, democracia electorera, populismo, casifascismo, dictadura, dictablanda. Hemos sufrido hombres que hablaban bien y otros que hablaban mal; gordos, flajos, viejos y jóvenes, hombres simpáticos y hombres feos, hombres de clase humilde y de clase rica, tecnócratas, doctores, abogados, empresarios, banqueros, intelectuales. Ninguno de ellos ha podido encontrarle el modo a las cosas y nosotras, las mujeres, ya estamos cansadas de pagar los platos rotos de tanto gobierno inepto, corrupto, manipulador, barato, caro, usurpador de funciones, irrespetuoso de la constitución. De todos los hombres que hemos tenido no se hace uno. Por eso nostras hemos decidido que es hora que las mujeres digamos. SE ACABO.
2. De todas es conocido que las mujeres somos duchas en el arte de limpiar y manejar los asuntos domésticos. Nuestra habilidad es la negociación, la convivencia y el cuido de las personas y las cosas. Sabemos más de la vida cotidiana que muchos de nuestros gobernantes que ni se acercan a un mercado; sabemos lo que está mal en el campo y lo que está mal en la ciudad, conocemos las intimidades de quienes se las dan de santos, sabemos de que arcilla están hechos los varones porque de nosotras salieron aún los peores, esos que la gente libra de culpa cuando los llama hijos de mala madre...
5. Prometemos limpiar este país, barrerlo lampacearlo, sacudirlo y lavarle el lodo hasta que brille en todo su esplendor. Prometemos dejarlo reluciente y oloroso a ropa planchada."

En la trama de la novela, las mujeres del PIE logran llegar al poder a través de su presidenta Viviana Sansón, que envía seis meses a los hombres a la casa para que puedan valorar el trabajo doméstico que realizan las mujeres y a las mujeres amas de casa a las empresas e instituciones del Estado a trabajar remuneradamente y funda innumerales "guarderías" para sus hijas e hijos. Los hombres aparecen en "reality shows" haciendo demostración de su (in)capacidad de desempeño en los trabajos domésticos, el que mejor lo hace gana una casa amueblada. Las armas ya no serán necesarias y se venderán como chatarra. Y los violadores son exhibidos en jaulas para que escarmienten. Pero no todo el mundo está feliz en Faguas y la rebelión de los opositores se comienza a extender. Están invitadas/os a leer esta lúdica, humorista y feminista novela de Gioconda Belli, la grande

Si quieren hojear uno de los capítulos les recomiendo: http://www.caratula.net/ediciones/37/narrativa-gbelli.php Si esto les pica la curiosidad, búsquenlo en las librerías.

.
* Premio hispanoamericano de novela "La otra orilla" de editorial Norma

lunes, 13 de septiembre de 2010

Poemas de Mujeres poetas salvadoreñas que han emigrado




















En este blog, compartimos poemas de poetas salvadoreñas viviendo en otros países. ¿Que escriben ahora las poetas que han emigrado?. . Acá una pequeña muestra. En las fotos, en el orden de las agujas del reloj: Mayamérica Cortez, Lauri García, Abigail Guerrero y Alexandra Estupinian.







ABIGAIL GUERRERO 1972. Radica en EUA.

MI HIJO

Te regalo
mi bitácora
de laberintos y renacimientos
para que no desconozcas las huellas
que antiguamente he transitado,
te regalo el ritmo más tierno de mis versos
que se ponen de puntitas
para arrullar tus oídos en cada madrugada,
te regalo las horas más intensas y desenfadadas
de mi horario,
mi capacidad elástica para arrastrarme
como juguetito nuevo
en el piso donde guardas tus triciclos,
la fortaleza de mi cuerpo
para sembrar la tierra donde anidarán tus sueños,
y las terribles armas que escondo
para acribillar a los dragones grises
que se cuelan a través del agujero abierto.
Pero sobre todo, una guarida cálida
en este loco
y silvestre corazón.

NO SUCUMBIRE

Ante el presagio de la luna
ni el capricho ondular
de malos tiempos.
sumergiré mi corazón
en savia pura
y me nombrare mujer
de amor, maíz,
palabra y fuego.

Acudiré ante el llamado
de la aurora
soltare mi barca
entre acuáticos senderos
me vestiré de roca
y broncíneas armaduras
para cazar dragones
en la vorágine
del viento.

ALEXANDRA ESTUPINIAN. 1982. Radica en España

LA PLAYA

Auroras cansadas, se anclaron

Mientras pasaban las caravanas de sal

Borrando las huellas por donde corrimos

Oliendo a profundidades marinas.

Los ojos, en donde corolas destellos

Fueron opio azul en la inmensidad,

Encontraron su amuleto en la voz

Del agua fundiéndose con la arena.

Y destrozaron infiernos de hielo

Que golpeaban firmamentos de rosas

Impregnadas por grandes agujas de sangre.

Nos quedamos con el horizonte

Porque ahí donde se hacen los sueños

Y dejamos que solo la oscuridad fuera testigo

Del eterno romance entre el mar y la tierra.


LAURI GARCIA. 1980 Actualmente radica en México


LOS VENCIDOS

Los vencidos esperan la media noche para hablar a solas

con los fantasmas anodinos

y auto compadecerse

para que nadie los escuche sollozar entre los almohadones

cuando no es necesario

que los demás se den cuenta que chapoteamos en el fango

más tristes que los tristes

Nadie por supuesto se pregunta por los vencidos cuando allá dentro

hay tanta dicha

nadie se preocupa por nosotros cuando llega la hora de las bodas y

las fuentes

mucho menos aquellos que quedaron enteros y entraron oriundos al

salón,

a costa de quebrarnos las costillas y arrancarnos las uñas

los que nos quedamos afuera de esos salones de celofán -por ahora-

suspiramos convulsos

y agitamos un trago con aceituna en la antesala de la podredumbre

para saludar la soledad que es la condena contemporánea de los

abandonados

los vencidos somos así

exagerados para describir las lágrimas que nos provocó el fin del

amor

el término definitivo de los contratos y las heridas con papel

insultamos

al gigante que hizo trizas las muñecas

con la frialdad del asesino

y el cinismo del traidor

la historia obvia totalmente la existencia de los vencidos

y los cuentos de finales felices no incluyen postdatas que nos narren

la frustración de la bruja que no pudo envenenar a Blanca Nieves

o la consecución existencial
de las hermanastras que lloran en los rincones del pan
por haber perdido al príncipe que se fue con la chica de la zapatilla
los vencidos tomamos de más
un montón de huesos de aves
platos sucios
pocos muebles
explicaciones
eufemismos de fraudes y fiascos
una caja con cartas de ayer
y sobras.
Nosotros,
sal de cadáver
esperamos levantarnos
de entre las cenizas
recoger los vidrios rotos, cada vez más rotos
recuperar, por fin,
el temple que nos robó la derrota
y volver a empezar.

MAYAMERICA CORTEZ. 1947. Radica en EUA

LAS PALABRAS.

Es que hay algo mágico en las palabras.
Se me antojan redondas y suaves
equivalentes al vuelo de los sueños
cadencias voluptuosas
-como las olas del mar-

Las palabras me son cual gaviotas
deslizándose lentas

sobre mi rumor de inmensidad.
Son la vivencia de lo que siento
en este mar que soy
de este viajar que me habita
deshabitando
anhelos...

Porque más que voz
que palabras
son rumor, silencio quizás.
Arrullo y queja. Pasos quedos, redondos
en este círculo invisible

girando lento
muy l e n t o

en la sutil estancia de las horas.


Verano de 1993, Washington


viernes, 20 de agosto de 2010

Mujeres e independencia

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La cultura oficial, está promoviendo la celebración del bicentenario, pero en su diseño no se ve claramente que papel hemos jugado las mujeres en estos doscientos años, este es un aporte a visibilizar a las mujeres en el proceso de la Independencia de El Salvador con respecto a España.

1811, 1821 LAS MUJERES Y LAS GESTAS INDEPENDENTISTAS*

De 1811 a 2011, se celebran doscientos años de las acciones que protagonizaron los criollos e indígenas por la independencia de la Intendencia de San Salvador del reino de España. En Noviembre de 1811, No hay ni rey, ni intendente, ni capitán general, sólo debemos obedecer a nuestros alcaldes, proclamó Manuel José Arce en la plaza mayor. El aliento independentista se extendió en dos meses a Chalatenango, Santiago Nonualco, Usulután, Santa Ana, Tejutla y Cojutepeque, Metapán y Sensuntepeque . La corona española reaccionó enviando tropas desde Guatemala al mando del Intendente Coronel Alejandro Aycinena, que acompañado de sacerdotes, apaciguó la revuelta.

¿Que estaba pasando con las mujeres?. Algunos historiadores dicen que protagonizaron la sublevación junto a los hombres, algunos nombres son María Feliciana Miranda y su hermana Manuela que se alzaron en el punto conocido como Piedra Bruja en Sensuntepeque. María Feliciana murió a consecuencia de latigazos dado por los gendarmes de España. María Madrid, viuda oriunda de Tejutla (Chalatenango) de 43 años de edad y Francisca de la Cruz López, jóven de 30 años de edad, soltera y nativa del lugar fueron liberadas, gracias al indulto del 3 de marzo de 1812, tras ser capturadas y sometidas a interrogatorios y acusaciones de alta traición contra el imperio ibérico.

"En el pueblo de Santa Ana ocurrieron sublevaciones el 17 y el 24 de Noviembre de 1811. La primera sublevación fue liderada por Dominga Fabia Juárez de Reina, Anselma Asensio, Juana Evangelista, Inés Anselma Ascencio de Román, Cirila Regalado, Irene Aragón, Romana Abad Carranza, María Nieves Solórzano y Teodora Martín Quezada", nos expresa la Investigadora Nidia Umaña.

El historiador Cañas Dinarte, nos dice que "Las mujeres de esa época: criollas, mestizas, indígenas y negras esclavas compartían algunas funciones y labores comunes, a las que se les denominaba "Oficios Mujeriles". El hogar, la iglesia, el hospital y el campo de labranza eran sus principales espacios pra desempeñar esas labores. La mayoría de mujeres eran excluidas del derecho a la educación, siendo esta además de exclusividad de una élite eminentemente religiosa y segregada para mujeres y hombres." Las mujeres atrevidas que se lanzaron al mundo público, fueron duramente cuestionadas o castigadas, pero su rebeldía abonó a posteriores luchas.

El segundo intento de sublevación fue en Enero de 1814, en el pueblo de Mejicanos liderado por el sacerdote Nicolas Aguilar. Entonces, fueron capturados muchos patriotas. Manuela Antonia Arce de Lara, defendió a su hermano Manuel José Arce y a su esposo contra la acusación de sedición de parte de la Intendencia.

El 15 de Septiembre de 1821, se da la independencia de las provincias centroamericanas con respecto a España. Para dar a conocer el suceso al pueblo, mujeres audaces promovieron la algarabía con cohetes y música. No debemos olvidar que este hecho fue antecedido de gestas libertarias protagonizadas por mujeres que transgredieron las normas recatadas que las mujeres debían cumplir y se lanzaron a la búsqueda de un sueño: La independencia.

Según la investigadora Nidia Umaña, fueron un treintena de mujeres, quienes participaron en la acciones a favor de la independencia y agrega que "Políticamente es importante visibilizar a las mujeres liderezas para hacer contrapeso al listado de próceres reconocidos por la historia oficial y recuperar su memoria como mujeres de su época con sus sueños y contradicciones".

*Este trabajo retoman trabajos de Carlos Cañas Dinarte, Patricia Iraheta, Nidia Umaña, Las Dignas y páginas web sobre la temática.

miércoles, 7 de julio de 2010

JULIO DE MUJERES



El mes de Julio, nos evoca muchas fechas relacionadas con las mujeres y su emancipación. Desde la Declaración de Séneca Falls, el nacimiento de la Pintora Frida Khalo, hasta el surgimiento de ORMUSA, Las Dignas y Las Mélidas , organizaciones feministas salvadoreñas.

Vayamos por partes: Frida Khalo, nace el 6 de Julio de 1907 y muere el 13 de Julio de 1954. Pintora, conocida por su vida controversial e intensa: sus amores con Diego de Rivera, su militancia política, su affaire con León Trotsky, sus autorretratos, etc. En relación a su pintura la maestra Pepa Balzac nos expresa que la pintura de Frida Khalo marca un parteaguas, entre la creación masculina y la creación femenina en la pintura moderna. Porque Frida expresa otros símbolos y otros entornos, Frida plasma su sentir en el lienzo: sensaciones íntimas de abandono, amor, soledad, lo personal se vuelve público. De ahí la fascinación que provocó Frida Khalo a las feministas, quienes la sacaron del anonimato y la proyectaron a nivel mundial.

El 19 y el 20 de Julio de 1848, Elizabeth Cady Stanton, Lucrecia Mott abolicionistas y otras mujeres norteamericanas se reúnen para abordar sus malestares e inquietudes como mujeres en la Convención para discutir la condición y los derechos sociales, civiles y religiosos de las Mujeres
En la Declaración de Séneca Falls, o Declaración de sentimientos, surgida de esta reunión, estas mujeres nos advierten que: toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad. Y que todas las leyes que impidan que la mujer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia le dicte, o que la sitúen en una posición inferior a la del hombre son contrarias al gran precepto de la naturaleza, y por lo tanto, no tienen ni fuerza ni autoridad.
Estas son frases que espantan a norteamericanos conservadores y fundamentalistas. Estas mujeres promulgan la necesidad del voto para las mujeres, así como apelan a la igualdad entre los sexos y declaran que las mujeres tienen capacidad de organizarse y expresar sus opiniones en política y religión. Esta fue una de las primeras declaratorias feministas en América.

Cientos de años han pasado, desde que estas avezadas mujeres marcaran un hito en nuestro continente. Y ahora en nuestro país en el año de 1985, el 13 de Julio, en plena guerra surge la Organización de Mujeres salvadoreñas por la Paz, ORMUSA, esta, junto a otras organizaciones de mujeres, conforman según la investigadora salvadoreña Candelaria Navas, la primera oleada del Movimiento de Mujeres y Feminista en El Salvador. Actualmente ORMUSA, trabaja promoviendo el Desarrollo local con enfoque de género, los Derechos laborales de las trabajadoras, los Derechos Sexuales y Reproductivos de las mujeres. Y promoviendo la erradicación de la violencia, para alcanzar el empoderamiento y la igualdad entre mujeres y hombres.
Las Dignas, Asociación de Mujeres por la Dignidad y la vida, surgen el 14 de Julio de 1990, mujeres que proceden de la lucha popular y revolucionaria, y que reivindican prontamente su autonomía. Las Dignas forman parte de la tercera oleada, que va a conformar el movimiento de mujeres y feminista del país. Las Dignas entienden el feminismo como una propuesta filosófica, ideológica, ética, crítica, para la erradicación del orden patriarcal y heterosexista. Las Dignas realizan la incidencia y presión política, la investigación, la formación feminista, la asesoría legal y sicológica, la divulgación y el fortalecimiento institucional.
Las Mélidas, surgen el 25 de Julio de 1992, año de la firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador. Mujeres ex-combatientes del FMLN, promueven un proceso de autonomía ideológica, económica y política y se autonombran feministas. Forman parte de la tercera oleada del Movimiento de Mujeres y feminista. Las Mélidas contemplan en su Visión: la lucha por la transformación de las relaciones de poder desiguales por género, clase, edad, etnia, opción sexual y cualquier otra forma de opresión. Actualmente Las Mélidas trabajan en conseguir el ejercicio de la autonomía del cuerpo de las mujeres (DS, DR y No violencia), una economía justa para las mujeres (Derechos laborales e iniciativas productivas), el ejercicio de la ciudadanía plena de las mujeres (organización, formación de mujeres adultas y mujeres jóvenes), así como el fortalecimiento interno.
Julio es pues un mes de emociones y conmociones de esas que las mujeres podemos provocar al orden patriarcal. ¡ Felicidades Mujeres!

miércoles, 19 de mayo de 2010

Poesía y narrativa lésbica










La magia, el eros, la irreverencia y la fuerza de la poesía y narrativa de las mujeres que aman a otras mujeres, se derraman en este espacio. Muchos siglos han pasado para que las mujeres lesbianas fueran reconocidas como artistas, en la literatura, la ciencia, la academia, y la política. Pero a inicios del Siglo XXI, muchas viven en la clandestinidad por el temor a la discriminación y las represalias. En nuestro país, El Salvador, poco a poco se van abriendo espacios y lugares para que las lesbianas puedan visibilizarse sin ser agredidas. Pero falta mucho camino que recorrer, gracias a la lucha de la comunidad LGBT, de las lesbianas organizadas y del Movimiento de mujeres del país, la lesbianas vamos ganando poco a poco nuestro derecho a tener derechos.


CANTICO. Rosa María Roffiel (México)

Me gustan las mujeres esdrújulas
sin brújula
sin mítica
sin tónica
Las que aman con
las vísceras
las células
las glándulas
las rítimicas
intrépidas
impúdicas
las pérfidas
ingrávidas
poéticas
las mágicas
las lésbicas
lunáticas

Me gustas tu, Andrómeda
erótica
magnífica
política

MUJERICA

MI DIVINA LYSIS. Sor Juana Inés de la Cruz. (1651-1695). México

Divina Lysis mía
perdóna si me atrevo
a llamarte así, cuando
aún de ser tuya el nombre no merezco.

A esto,
no osadía es llamarte así, puesto
que a ti te sobran rayos,
si en mi pudiera haber atrevimientos.

Error es de la lengua,
que lo que dice imperio
del dueño, en el dominio,
parezcan posesiones en el siervo.

Mi, rey dice el vasallo;
mi cárcel, dice el preso;
y el más humilde esclavo,
sin agraviarlo, llama suyo al dueño.

Así, cuando yo mía
te llamo, no pretendo
que juzguen que eres mía,
sino lo que yo ser tuya quiero.

Yo te ví; pero basta:
que a publicar incendios
basta apuntar la causa,
sin añadir la culpa del efecto.

Que mirarte tan alta,
no impide a mi denuedo;
que no hay deidad segura
al altivo volar del pensamiento.
Y aunque otras más me merezcan,
en distancia del cielo
lo mismo dista el valle
más humilde que el monte más soberbio.

En fin, yo de adorarte
el delito confieso;
si quieres castigarme
este mismo castigo será premio.

A ESTHER SINGER. Alejandra Pizarnik (1936-1972. Argentina)

Vida, mi vida, dájate caer, déjate doler mi vida
déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo,
de piedras verdes en la casa de la noche
déjate caer y doler mi vida.

AMANTES

Una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío


CLASICO. Minerva Salado. Cuba/México

Tu nombre prorrogado sobre las páginas de esta agenda
que duele tanto como un diario de guerra
sirvió para que aprendiera de memoria
el colmo de tu sonrisa
la voz quebrada y esa flor pávida -medrosa- de los ojos
cara o cruz en tu rostro.

Difícil tarea la que me embarga:
escribir sobre tu huella las mismas palabras
vover a tocar la tierra blanda por donde
apareciste
emergiste
cual una noche larga o un continente.
decir de nuevo que todo ha terminado
y pronunciar tu nombre sin olvido
como un descubrimiento cada vez
leve durante tanto tiempo.

DE VERDAD QUE MORIR YO QUIERO. Safo de Lesbos. 650/610-580 a.c. (Grecia)

De verdad que morir yo quiero
pues aquella llorando se fue de mi
Y al marchar me decía: Ay Safo
que terrible dolor el nuestro
que sin yo desearlo me voy de tí.

Pero yo contestaba entonces.
No me olvides y vete alegre
sabes bien el amor que por tí sentí

y si no, recordarte quiero
por si acaso a olvidarlo llegas,
cuanto hermoso a las dos nos pasó y felíz:
las coronas de rosas tantas
y violetas también que tu
junto amí te ponías después allí,

las guirnaldas que tu trenzabas
y que en torno a tu tierno cuello
enredabas haciendo con flores mil.

perfumado tu cuerpo luego
con aceite de nardo todo
y con leche y aceite de jazmín.

Recostada en el blando lecho
delicada muchacha en flor,
al deseo dejabas tu ya salir.

Y ni fiesta jamás, ni danza,
ni tampoco un sagrado bosque
al que tu no quisiereas conmigo ir.

"CON LA BOCA ABIERTA" Madrid, Odisea Editorial 2006. Fragmento de "Un puñado de Cenizas", cuento. Odette Alonso (Cuba/México)

- ¿Estabas durmiendo?- Preguntó Yanela
- Te estaba esperando.
Frente a ella, el cuerpo menudito de Mariana parecía más pequeño en ese instante. Un solo paso las separaba y Yanela lo dio. Los labios de Mariana se despegaron como una señal. La apretó contra su cuerpo mientras entraba en su boca como en una cueva mágica. Besándose cayeron sobre las camas.
-No por favor- dijo Mariana incoporándose.
-No seas boba, muchacha, no pasa nada.
Yanela levantó con su mano la barbilla de Mariana. Sus ojos se encontraron sólo unos segundos antes de que sus bocas se unieran nuevamente. La mano de Yanela reconocía las caderas, se abría paso entre los muslos.
_No, por favor.
La empujó y se levantó como impulsada por un resorte.
-Mejor nos vamos.
Sentada en la orilla de la cama, Yanela extendía los brazos implorante.
-Por favor- insititó Mariana, con su bolsa en la mano y caminando decidida hacia la puerta.
Media hora después, la mano de Yanela, oculta debajo del largo mantel manchado de salsa de tomate, se posaba sobre uno de sus muslos. Los dedos de Mariana se enredaron con los suyos y juguetearon mientras sostenía con toda naturalidad, una insulsa conversación con el desconocido con quien compartían la mesa de la pizzeria. Y después del almuerzo ya no se separaron: cuando se econtraron con Lolita, la otra inspectora, Mariana la presentó como una amiga y elogió ampliamente una obra plástica que no conocía. Con ellas se fue a recoger las evaluaciones y, ya atardeciendo, se quedaron solas en el bar del hotel, una amplia terraza con vista al parque central. Pidieron dos cervezas.
-No se que me está pasando contigo- dijo Mariana-. Estoy asustada.
-Yo si lo sé -dijo Yanela con la mirada perdida sobre el balcón- y lo único que me asusta es que te vayas mañana.
Mar pareció entristecerse, pero cuando la pierna de Yanela se extendió por debajo de la mesa y rozó la de ella, los ojos le brillaron tanto que tuvo miedo de que todos alrededor se dieran cuenta.
Casi con furia, como en una batalla de floretes, ambas sacaron los pies de las sandalias y los rozaron. Otras dos cervezas arreciaron el encuentro y los pies jugaron a subir por las pantorrillas, desafiando los límites que imponían la ropa y la decencia.
-Quédate conmigo- propuso Mariana-. En el cuarto sobra una cama.
Y asi fue: sobornaron al portero con un billete y en la habitación, Mariana explicó que Yanela vivía muy lejos y ya no había transporte. Lolita no hizo el menor comentario; siguió viendo la televisión mientras ellas preparaban la maleta. Al terminar el programa, apagó la lamparita de su mesa de noche y se dio vuelta hacia la pared. En unos minutos estaba roncando. Entonces Mariana entró al baño y regresó con una camiseta larga como piyama. "Te presto esta" y le dio otra camiseta a Yanela. Cada una se acostó en una cama y Mariana apagó la luz. A través de las gruesas cortinas no pasaba una gota de luz. En silencio, se acostumbraron a la oscuridad. Lolita seguía roncando cuando Yanela se cambió de cama. Mariana trató de decir algo pero la boca de Yanela la calló. "Nos va a oír" le susurraba entre beso y beso, pero ya la mano palpaba los senos pequeños, bajaba al sexo. "Yanela, por favor", pero Yanela no escuchaba.

III. DE VEINTIUN POEMAS DE AMOR. Adrienne Rich (Estados Unidos de N.A.)

Me despierto en tu cama
Se que he estado soñando
Mucho más temprano, la alarma nos separó la una de la otra
Has estado en tu escritorio por horas, sé lo que soñé:
Nuestra amiga la poeta viene a mi habitación
donde estuve escribiendo por días
bocetos, carbonillas, poemas están desperedigados por todas partes,
y quiero mostrarle un poema
que es el poema de mi vida. Pero vacilo
y me despierto. Besaste mis cabellos
para despertarme. Soñé que eras un poema
digo, un poema que quería mostrarle a alguien
y me río y vuelvo a soñar
con el deseo de mostrarte a toda la gente que amo,
para movernos abiertamente juntas
en el influjo de la gravedad, lo cual no es simple
lo cual transporta al césped alado por un largo camino lejos.

LESBIADA Silvia Matus. El Salvador
A P. J. 1987-1989
1.
En la ciudad impresionante
de pirámides y catedrales superpuestas
ofendiendo la memoria
tequila, baile, regodeo de la inconsciencia
Dionisio y Baco semidesnudos danzan.
Y en mí
un fuego ardía debajo de la piel
sin aspavientos
sólo ardía esperando el momento de la revelación...
Llaves extraviadas
la madrugada cómplice
un sofá exiliado
y dos cuerpos de mujeres amándose
territorio prohibido
por iglesias y hombres
carceleros del placer y el albedrío.

2.
Nos amamos entre máscaras y desconciertos
sólo los cuerpos sinceraban su lenguaje
atreviéndose a romper atávicos mandatos
del amor para reproducir la especie
no para el goce y el deleite puro
de dos diosas fogosas fundiéndose en un halo.

3.
Ibas y venías cargada de libros y presentes
maletas sin hacer en la casa de nadie
yo era una sombra atada
haciendo trampa a las conveniencias
y aveces te engañé con otros cuerpos
sin perder la certeza de tu mano sobre mi hombro
y una nena haciendo sus primeros pininos
lo demás era, pena y encierro en una Nicaragua atormentada.

4.
No sabía que hacer con ese amor
más que sentirlo a pesar de todos
legitimado por mi piel y mis sentidos
los abrazos, los besos y orgasmos
allí se estrellaban mandatos y estatutos
de decrépitos poderes.

5.
Eramos mujeres haciéndose el amor
contra todos los conjuros
vagínas húmedas gozosas
conocimos otras rutas
que apenas se nombraban
a través de Safo o Gertrude Stein.
Esas eran nuestras anchas alamedas
el paraíso perdido y encontrado
en un seno frente al otro
¡Y que dulce era el amor!

6.
Desencuentros, encantamiento roto.
Ya no fuimos las mismas
perdidas en el laberinto de la vida
sin Ariadna
extrañas que no hicieron nada
ante el derrumbe del amor.
Más todo pasa,
después de la herida la cicatriz asoma.
Pero amor,
¡La primera mujer jamás se olvida!.

lunes, 3 de mayo de 2010

Maternidades en clave poética


Más allá de los ismos y de los paradigmas, las mujeres poetas de Guatemala, Suiza, Nicaragua, Honduras, Cuba y El Salvador nos develan sus maternidades o su relación con la madre, con una riqueza de emociones, sentimientos, sensaciones, intuiciones y percepciones en toda la complejidad, diversidad y contradicción que conlleva la experiencia.

ARRURRÚ MI NIÑA Lety Elvir Lazo (Honduras)

A Claudia


Palmerita verde
cargada de cocos
dormite sonriendo
que te estoy cantando.

El vaivén del ritmo
lo lleva una flor
que va a tus ojitos
y viene a contar
que soñás con pechos
de leche llenitos
que una voz te canta
es la de mamá:
Arrurrú mi niña arrurrú mi amor
dormí tranquilita
que yo velaré
si viene el coyote
cabeza de ayote
yo lo ahuyentaré
y si no se va
me lo comeré.

Arrurrú mi niña arrurrú mi amor
arrurrú pedazo
de mi corazón.

A MI HIJA Silvia Elena Regalado (El Salvador)

Quisiera ser
la madre más normal del mundo
para vos.
Aunque me veas siempre
pateándole la cola
a mis sueños
corriendo
ensimismada
agotada
loca y feliz
a pesar de tanta angustia,
mi sueño más dulcito
sos vos.

Y quisiera fugarme
en esta mañana de trabajo
a saltar caballito tun-tun
tomada de tus manos
a plancharte el uniforme
darte la comidita calientita
dejarte en la puerta del colegio
y que me des un beso
y me digás hasta la tarde mamá
como la mayoría de las niñas
y yo te diga hasta la tarde mi amor
con la cotidianidad
de una mamá normal
en un día común
sin sentir hecho nudo
el corazón.

DIAS DE LAS MADRES Daisy Zamora (Nicaragua)

A mis hijos


No dudo que les hubiera gustado tener
una linda mamá de anuncio comercial:
con marido adorable y niños felices.
Siempre aparece risueña -y si algún día llora-
lo hace una vez apagados reflectores y cámaras
y con el rostro limpio de maquillaje.

Pero ya que nacieron de mi, debo decirles:
Desde que era pequeña como ustedes
ansiaba ser yo misma -y para una mujer eso es difícil-
(Hasta mi Angel Guardián renunció a cuidarme
cuando lo supo).
No puedo asegurarles que conozco bien el rumbo.
Muchas veces me equivoco,
y mi vida ha sido más bien como una dolorosa travesía
vadeando escollos, sorteando tempestades,
desoyendo fantasmales sirenas que me invitan al pasado,
sin brújula ni bitácora adecuadas
que me indiquen la ruta.

Pero avanzo, avanzo aferrada a la esperanza
de algún puerto lejano
al que ustedes, hijos míos -estoy segura-
arribarán una mañana
-después de consumado
mi naufragio-.


CUANDO AUN NO HAS NACIDO Marisol Briones (El Salvador)

A mi hija Karla Sofía

Sonrisa apenas, vida cierta
alegría plena, cosito eres.
Y quiero que pasen veloces los días
para poder apretar
con mis manos toscas y troteadas
tu suave ternura, tu piel delicada
tu pequeño cuerpo que me enraíza y me hace mamá.
Eso significa tantas cosas nuevas
tantos viejos sueños
tantos, tantos, tantos
que por vos pequeña
bien vale perder a mi estrella.
Porque sos tan cierta
como mis días y noches
de amor y de guerra
pero más sentida que los golpes
y más dulce que la miel de Platanares
más sustento que el maíz y los frijoles
más que los ideales
más verdad
sos mi verdad.

HIJOS Carolina Escobar Sarti (Guatemala)

Los hijos son nudo de marinero
en la madre que enfrenta la ola.

Nacen entre agua
y después
nadan...nadan...
entre tormentas
en la mar en calma
en medio de corrientes subterráneas.

Y esta madre
-no se otras-
ahoga la ola
ve partir la nave
se limpia el agua salada
y se sostiene de pie
justo en el lugar donde el mar
le besa la orilla a la playa.

ERES ARTISTA Eva Ortiz (El Salvador)

A Franciso Javier

Extraño como tu madre
tú montas también el unicornio
y cobra vida tu sonrisa
puedes amar incluso
sin volver a tu amor palpable.

Improntas tu color
tu prisma
y sabes que permaneces.

Reconozco en ti
los cristales
mis propios cristales
con los que partí bajo el brazo.

Hoy sólo quiero que recuerdes
que las belladonas
no siempre son cultivables
pero te amo
y lo grito
desde lo hondo de mi
garganta.

DESNUDA EN LOS CAMINOS DE LA MUERTE. Kenny Rodriguez (El Salvador). Fragmento

9 de Mayo

Me desvelo y muero
por las noches
sangro entre sueños
que se deslizan en mi cama
y van siguiendo
el hilo rojo de mi ombligo
que gira y gira
reconociendo rostros
mujeres blancas
morenas
negras
que nacen y crecen
en la hija que se multiplica,
que sale a la calle
y es señalada
lapidada por el espanto
que no cubre su rostro
ni se disculpa
de sus diecisiete años atrayentes,
que se sube a los buses
y se encuentra perdida
atrapada en los gritos azules
de las asfixiadas
jóvenes en moteles
en piezas de mesón
en cuartos de pensión
con un cordón en el cuello
y mil estrellas en los ojos.

El cielo es poca cosa
muchas son las bestias
mi hija se derrumba
por los barrios
extraviada
salió salió
y nunca regresó
no encontraron su brazo
no existen los ojos
su sonrisa vuela
en las fauces del ave
de rapiña.

Camino con el pecho
descubierto
ella arrojada en las quebradas
mutilada quemada vapuleada
recorriendo el grito colectivo
con su sexo desgarrado
entre basura
ella lanzada desde un carro
un sueño
un tren
mi hija entre matorrales
desnuda en los caminos
en la muerte.

Sin tocar el polvo
su nombre junto a otros nombres
haciendo fila
en la morgue
restando alientos
haciendo muecas
y el miedo
apretando mis ovarios.
No
no se postren tras mi llanto
no canten esos salmos escoriados
seré un terror
tres pasos más
y el abismo podrá reír.

Despierto
y mi hija nuevamente
sale al día.

LA MADRE Gioconda Belli (Nicaragua)

La madre
se ha cambiado de ropa,
La falda se ha convertido en pantalón,
los zapatos en botas,
la cartera en mochila.
No canta ya canciones de cuna,
canta canciones de protesta.
Va despeindada y llorando
un amor que la envuelve y sobrecoge.
No quiere ya sólo a sus hijos,
ni se da sólo a sus hijos.
Lleva prendidas en los pechos
miles de bocas hambrientas.
Es madre de niños rotos
de muchachitos que juegan trompo en aceras polvosas
Se ha parido ella misma
sintiéndose -a ratos-
incapaz de soportar tanto amor sobre los hombros,
pensando en el fruto de su carne
-lejano y solo-
llamándola en la noche sin respuesta,
mientras ella responde a otros gritos,
a muchos gritos,
pero siempre pensando en el grito solo de su carne
que es un grito más en ese griterío de pueblo que
la llama
y le arranca hasta sus propios hijos
de los brazos.

A SILVIA VIRGINIA Y ROBERTO IGNACIO Silvia Ethel Matus (El Salvador)

Yo era una mamá desconocida
un nombre
una fotografía
que talvez evocaba en ustedes:
una oración,
odio,
confusión.

Yo era una desconocida
que lloraba al lado un fusil
por no tenerlos cerca
y acunarlos, cubrirlos,
desearles buenas noches.
Que creía defender la trinchera
en parte por ustedes.
Yo era una gitana
una más...
exótica y contraria a la doctrina
de su "democracia"
como consta en mi expediente.

Ahora no se que soy:
hermana, tía,
mamá regañona
muchas de las veces.
Una señora que usa poca ropa en casa,
escandalizando su pudor juvenil.
Que tien amigas,
por demás extrañas
que llega a altas horas de la noche
sonriente y oliendo raro,
que hace locuras de poeta
"pero con eso no se come"
me decís vos Roberto
con tendencias claras a la anarquía y el desparpajo,
al cual todos nos vamos habituando.

Solo quiero que sepan:
que el tiempo de amarlos comenzó
cuando sentí mi óvulo fecundado
y percibí los primeros movimientos en mi vientre
cuando me enseñaron sus cuerpecitos frágiles
en la "maternidad"
¡Y lloré frente al milagro!

Solo quiero que sepan:
que estoy aquí
con mi humanidad abierta
para ser hombro, oído,
apoyo en sus vidas
que crecieron paralelas a la mía.


PARA MI MAMA Karin de Fries. (Suiza)

Nosotras
hijas, hermanas y madres todas.

Mujeres
a camino seguro
lanzando miradas
como piedras
ladrillos de barro
para nuestras casas.

Violentas en nuestra ternura
contradictorias en nuestros deseos.

Nos dicen quienes somos
como somos
y tanto que hacer.

Nuestras manos, piernas corren
todo
y la mente afligida.

Te veo en la pintura del espejo.
Sos vos
fuerte y cansada
los ojos grandes
las mejillas suaves
que me recuerdan tu ternura.

Tus labios finos y duros
tanto los has apretado
para tragar lo que no pudiste gritar
y bien cerrados para que nada
se te escapara de tu garganta.

Muchos años de pensar por dentro
y cumplir por fuera.

Y yo?
Me fui volando
buscando mi vida
egoistamente
te dejé en lo tuyo.

¿Por que no pude darte aire
para que volaras conmigo?

Te debo mi beso
para abrirte los labios y gritar juntas.

A NORA HERRERA, MI MADRE Nora Méndez. (El Salvador)

Vos no me esperabas
y sin embargo
fuiste mi primer coraza

Te quedaste así,
conmigo
y mis amígdalas enfermitas

Con mis poemas cada 10 de mayo
mis dientes cholcos
mi pelo insumiso
mi dedo en la boca
mi andar distraído

No se cómo hiciste
con tanto dedo acusador
con la culpa
frente al padre,
a la hija mayor,
a la madre viuda,
y tus propios sueños

Mi madre,
tiene manos cálidas
y una piel de adobe,
es hermosa como una estatua
y tiene voz de cuento

Mi madre
trabajaba en ANTEL,
dobles turnos par pagarme
los colegios caros de monjas y señoritas

Mi madre
oía voces por audífonos
todo el día,
estaba harta de escuchar
por eso siempres estuve callada

Nunca le dio explicaciones a nadie

Es la llave de la casa,
yo no quisiera sus puertas

Ella, sonrisa
ella, distancia
ella, pregunta
y silencio en las respuestas

Crítica de la pantalla chica,
adicta a las Selecciones,
amante de las siestas,
con la cabeza siempre puesta
y a la vez una locura que la adorna.

Ahora a mi me sobrevienen los
silencios...

Mi madre es un poema
que aún habito
en la distancia.

MADRE MIA QUE ESTAS EN UNA CARTA. Carilda Oliver Labra (Cuba). Fragmento.

Madre mía que estás en una carta
y en un regalo antiguo que no encuentro,
quédate para siempre aquí en el centro
de la rosa total que no se aparta.

Madre mía que estás tan lejos, harta
de la nieve y la bruma, espera, que entro
a ponerte a vivir con el sol dentro,
madre mía que estás en una carta.

Puedes darle al misterio alguna cita,
convenir con las sombras hechiceras;
puedes ser una piedra que se quita

o secarte ahora mismo las ojeras;
pero acuérdate, madre, de tu hijita
¡No te atrevas a todo, no te mueras!

MADRE. Vidaluz Meneses. (Nicaragua)

Yo compartí contigo
el dolor desde sus orígenes
y conocí en tu risa
la alegría de la primavera,
y te heredé esos largos silencios
donde se nutren los sueños,
este corazón de caracol sonoro
que me hermanó a todos los
hombres.

LA ESTERIL Johana Godoy. (Guatemala)

Condenada nací
a este vacío interminable

Deshojarme
sin florecer

Este grito incesante
aniquila mis entrañas
en la soledad de mi casa