jueves, 22 de agosto de 2019

VIOLENCIA Y MISOGINIA EN LAS REDES SOCIALES.




Antecedentes:

La violencia contra las mujeres, que afecta no a una sino a muchas mujeres en el país, tiene un origen histórico.
Aunque no tenemos mucha información de las mujeres en la época precolombina, ya el Monje e historiador Fray Bernardino de Shagún se sorprendía al constatar que en el México ancestral, las mujeres echaban de sus casas a los hombres que las maltrataban y cuando no querían tener un embarazo, las mujeres abortaban. En esa cultura, los hombres educaban a los niños y las mujeres a las niñas equitativamente, según investigaciones antropológicas recientes. Esta cultura sin embargo, fue casi aniquilada por la violenta invasión y colonización española.

En la colonia 1, la mujer, las hijas e hijos, los indígenas y negros estaban sometidos al encomendero y latifundista. El latifundista era el patriarca de la familia. Desde este período colonial, se afincan los estereotipos raciales y sexuales. Considerando a lo blanco y mestizo como la raza superior y a negros e indígenas como razas inferiores. A los hombres como superiores, y a las mujeres, niños y niñas como inferiores. Se estructura una forma de familia patriarcal, en la que el varón es quien ejerce la hegemonía y la mujer debe ser tutelada. Se estructuran así relaciones de poder desigual entre mujeres y hombres. Entre blancos y criollos y los demás: mestizos, indígenas, mulatos, negros y negras. Entre los dueños de latifundios y la mano de obra indígena, mestiza o negra. 2

Según la investigación histórica de Diana Carolina Morán3, desde la Colonia se afinca un prototipo de feminidad-masculinidad, de acuerdo a los cánones eclesiásticos. Estos se manifiestan en estereotipos con características diferenciadas por sexo. Así lo femenino4, se concibe de dos maneras excluyentes. Por un lado está la Mujer mala, que es imperfecta, libre sexualmente, que induce al hombre a pecar y que es pecadora. Por el otro existe la Mujer buena que es: sumisa, dependiente, cariñosa, amorosa, fiel, pura, respetuosa, casta, piadosa, prudente, moderada, y por supuesto inferior. Los roles familiares asignados a las mujeres son las actividades domésticas, las actividades ligadas al cuido de hijas e hijos . Y el rol social de las mujeres consiste en su valor sexual y ser garante del honor de la familia. Su posición es la de mantener el orden social impuesto por la iglesia. Su función principal es la maternidad.

En relación al estereotipo de lo Masculino5, este se expresa en lo autoritario, lo violento, considerarse superior, ser infiel aunque no públicamente (la doble moral), ser libre sexualmente, ser cariñoso, considerarse honorable. El rol familiar que juega es el de jefe de familia el debe castigar o reprender a sus dependientes, gobernar a la familia, ser el proveedor familiar. El rol social que juega debes ser el de mantener el orden social impuesto por la iglesia y la colonia. Con pocas modificaciones, estos estereotipos se han mantenido hasta nuestros días y van a influir en lo que consideramos masculino o femenino hoy en día.

Prudencia Ayala, mujeres organizadas sindicalistas o artesanas, mujeres campesinas lucharon y participaron desafiando estos estereotipos de género y el poder dictatorial. En los 60s , 70s y 80s, las mujeres demostraron que la política no solo es cosa de hombres. Después de la guerra, algunas mujeres guerrilleras hicieron una lectura critica de su participación, poniendo el dedo en la llaga de la cultura machista y autoritaria en sus filas.

La violencia contra las mujeres entra en la agenda de organismos internacionales como ONU, OEA, OMS. Se realiza en 1994 la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer. “Convención de Belem do Para”. En esta se expresa que ”la violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

¿Porque la violencia contra las mujeres?

A pesar de las acciones de las organizaciones de mujeres y feministas y del Estado, la violencia contra las mujeres se manifiesta con crudeza en los indicadores de feminicidio, violencia física, sexual, psicológica, etc.

¿Porqué la prevalencia de la violencia contra las mujeres? Porque existen relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres en la sociedad, tal como lo expresado la Teoría feminista y teóricos del Poder, como Michael Foucault. Estas relaciones desiguales se manifiestan en lo económico, lo político, lo social, lo sexual, lo cultural, lo jurídico. En este sentido, el hombre usa el poder como dominio, ejerciendo la violencia en forma de dominación y control ya sea hacia su pareja o hacia otras mujeres, a las cuales considera inferiores a lo masculino, el género masculino como categoría utiliza también el poder de los estereotipos, que mencionábamos antes, con sus variantes actuales para mantener el control de las mujeres.

MUJERES EN LAS REDES SOCIALES. GANANCIA Y PÉRDIDA PARA LAS MUJERES.

Redes sociales:
El término se viene usando desde el siglo XIX, por Emite Durkheim y  Ferdinand Tonnies. Tonnies argumentó que los grupos sociales pueden existir bien como lazos sociales personales y directos que vinculan a los individuos con aquellos con quienes comparten valores y creencias (gemeinschaft), o bien como vínculos sociales formales e instrumentales Durkheim aportó una explicación no individualista al hecho social, argumentando que los fenómenos sociales surgen cuando los individuos que interactúan constituyen una realidad que ya no puede explicarse en términos de los atributos de los actores individuales.

Redes Sociales utilizado ahora en la comunicación. Estas se refieren al conjunto de grupos, comunidades y organizaciones vinculados unos a otros a través de relaciones sociales. Esto fue el resultado de la convergencia de los medios, la economía política de los mismos y el desarrollo de tecnologías, teniendo como objetivo la interacción de dos o más canales. Wkp.
Redes Sociales, se visualiza hoy como plataformas como facebook, Instagram, Tinder, Twiter, entre otras. 

A nivel mundial, el uso de internet, ha promovido y ampliado las redes sociales al campo virtual. En El Salvador el 17.7% usa internet. Las mujeres tiene múltiples intereses en las redes sociales, las mujeres feministas encontramos en las redes sociales un apoyo, formas de gestión, comunicación, encuentro, educación. La denuncia de situaciones opresivas y conductas machistas ha hecho que millares de mujeres en Estados Unidos con el hastag “Me too” y “Yo también”, denuncian el acoso sexual del que fueron víctimas las actrices norteamericanas y ellas mismas. En México, después del feminicidio de la joven Lesbis, encontrada en el campus universitario, se popularizó la frase “Y si me matan”. En El Salvador la frase o hastag “Yo estoy por cuatro causales” (de despenalización del aborto) ha levantado revuelo en las conciencias a través de las redes. Existen estrategias de comunicación en las redes para visibilizar los feminicidios como el de Carla Ayala, policía asesinada por uno de sus compañeros, o la Dra. Rosa Maria Bonilla, asesinada por su pareja, y pedir justicia.

Así vemos en Centro América, Redes de mujeres que luchan contra la violencia, red de mujeres emprendedoras, por la participación política de las mujeres, contra la trata y el abuso infantil, por los Derechos Sexuales y Reproductivos, red de mujeres afro descendientes, lesbianas, indígenas. En fin deseos, utopías, objetivos, información diversa, educación, se comparten en le ciber espacio a través de redes abonando a lo que llama Pierre Levy, la “Inteligencia colectiva”, en términos de desarrollo humano.

Pero las redes sociales, pueden significar o contener amenazas, especialmente para poblaciones vulnerabilizadas como la población LGBTI, las mujeres, menores de edad, etc. Desde la visión de un poder superior de género masculino, de raza blanca, de orientación sexual heterosexual, de edad madura, se juzga, discrimina, estigmatiza y ataca a poblaciones vulnerabilizadas.

¿Que tipo de ataques sufrimos las mujeres en las redes sociales?

Ubicarse en las redes sociales virtuales es ubicarse en lo simbólico. De ahí que la definición de violencia simbólica, contendida en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las mujeres, sea la más adecuada para aclararnos. Esta es: “Mensajes, valores, iconos o signos que reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad”. ¿Qué es la misoginia? Según la Ley Especial Integral para una Vida libre de Violencia, son “Conductas de odio, implícitas o explícitas, contra todo lo relacionado con lo femenino tales como rechazo, aversión y desprecio contra las mujeres.” Violencia simbólica y misoginia se relacionan profundamente y se evidencian muchas veces en las redes sociales.

La violencia simbólica en las redes sociales se da "para colocar a la a la mujer de regreso al lugar subordinado de donde se ha emancipado" o simplemente por ser mujer, joven o adolescente, o por luchar por sus derechos.

La palabra feminazi, es utilizada generalmente por los hombres en la red, para desvirtuar cualquier noticia, post, o información sobre los derechos de las mujeres. Hay fan page, blogs, colectivos o individuales masculinos, que decididamente enfrentan, deslegitiman, descalifican los posicionamientos y análisis elaborados desde el feminismo, llamándonos exageradas, odiadoras de los hombres, castradoras, etc. para descalificar las denuncias de violencia o acoso sexual.

Otra forma son mensajes de acoso en la red hacia mujeres adolescentes o jóvenes, intrusión de individuos reales o ficticios en los perfiles de facebook, solicitando favores sexuales, o insultándolas con diversas palabras como puta, zorra, cualquiera, etc.

Filtrar imágenes de contenido sexual o de la intimidad de mujeres que en algún momento consintieron a esto y exponerlas cuando la relación ha terminado o es conflictiva, es una forma más de agresión que en algunos países de habla inglesa se llama Revange Porn: exponer al público sin el consentimiento explícito de la otra persona escenas sexuales o íntimas. Suplantar imágenes de las mujeres para incriminarlas en actos eróticos. Caso Felissa Cristales, diputada suplente de ARENA.

Mensajes agresivos contra las mujeres, las activistas de los Derechos Humanos y de las mujeres, para silenciar sus demandas y posicionamientos . Especialmente cuando estas demandas tienen que ver con la autonomía del cuerpo, como el derecho a decidir a abortar o la orientación sexual lésbica. Una investigación sobre violencia contra las mujeres, hecha en 2018 por Amnistía internacional de la red de Twiter expone que: " La violencia y los comportamientos abusivos que sufren muchas mujeres en Twitter menoscaban su derecho a expresarse en condiciones de igualdad y libertad y sin temor. Estas experiencias no sólo no contribuyen a fortalecer la voz de las mujeres, sino que las obligan a autocensurar sus mensajes y a limitar sus interacciones en Internet". Esta violencia y abuso se manifiesta en otras redes como Facebook, etc.

Mensajes contra las mujeres políticas, estos se triplican cuando las mujeres llegan a cargos importantes, según un estudio de Forbes. Hombres rivales de diferentes y de los mismos partidos políticos encargan memes que denigran, ridiculizan o deshumanizan a las mujeres. Manipulación de noticias o noticias falsas, fake news, colocando a las mujeres como centro de la crítica, ridiculizándolas o culpabilizándolas de algún evento. Difamar a las mujeres que ocupan cargos públicos, abordando aspectos familiares o íntimos para denigrarlas, a través de mensajes de troles contratados para ese efecto. Promoviendo reacciones negativas y descalificadoras.

Otra forma de misoginia y violencia simbólica es la promoción de estereotipos de cuerpo, cabello, belleza, raza, etc. en los post comerciales.

En El Salvador, existe La Ley especial contra los delitos informáticos y conexos, que contiene 36 artículos y delitos con penas desde 4 a 8 años de prisión. Hay una actuación policial débil en la persecución de estos delitos. Pero, mientras no desmontemos la cultura de desvalorización de la mujer y lo femenino, de violencia contra las mujeres y todo lo diferente, de supremacía de la heterosexualidad sobre otras formas de amar y relacionarse, mientras cotidianamente reproduzcamos la agresión y violencia en las redes sociales, mientras eduquemos a niñas y niños en los estereotipos de género, mientras reproduzcamos con nuestra pareja y familia, los privilegios de ser hombres en la sociedad salvadoreña; estos mensajes, valores, imágenes, que atentan contra la dignidad, la moral, reputación y hasta pueden llegar a afectar la integridad física de las mujeres, se seguirán formulando desde el anonimato de las redes.

Mientras no contemos con algoritmos que borren y manden por un tubo las ofensas y abusos inmediatamente que son escritos, la propuesta es fortalecer las redes reales de mujeres, de organizaciones sociales que luchan contra las diversas formas de opresión y a sea por la clase, el género, la orientación sexual, la raza. Deconstruyendo patrones de discriminación podremos avanzar hacia sociedades respetuosas de la diferencia, de los derechos humanos de todas y todos, para arribar finalmente a una cultura de paz.

BIBLIOGRAFIA.
  • Aguiñada Deras, Dinora “Una Mirada Feminista sobre la Participación de las mujeres en la guerra. El caso de El Salvador. Htttp://graduateinstitute.ch/files/live/sities/iheid/files/sites/fenre/shared/Genre docs/2888 Actes 2001/09-aguinada. pd.
  • Carcedo, Ana. Coordinadora. No olvidamos ni aceptamos: Feminicidio en Centroamérica 2002006
  • Durán Marroquín, Diana Carolina. Mujeres y violencia. Una aproximación a las acusadas en los juicios criminales de la provincia de Sonsonate (1785-1821). Pags. 23-75 SECULTURA y Grupo Parlamentario de Mujeres, San Salvador, 2013.
  • Federici Silvia. El Calibán y la Bruja. Traficantes de sueños. Madrid 2010.
  • Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.
  • Navas, Candelaria. Sufragismo y Feminismo. Visibilizando el protagonismo de las mujeres salvadoreñas, El Salvador. 2012. Pag. 179.
  • Rodriguez, Olga. Análisis de las estrategias multitemáticas del movimiento de mujeres y feministas; Estrategias para la erradicación de la violencia contra las mujeres 1995-2006.
  • Movimiento de mujeres en El Salvador 1995-2006: Estrategias y miradas desde el feminismo. El Salvador, 2007.
  • Segato, Rita. Seminario sobre Feminicidios. 2009.
  • Situación del Feminicidio en El Salvador. Las Mélidas. 2009.
  • Páginas web varias.


1Federici, Silvia. El Calibán y la Bruja.
2Federici, Silvia. El Calibán y la Bruja.
3Idem.
4Duran Marroquín, Diana Carolina. Mujeres y violencia. Una aproximación a las acusadas a los juicios criminales de la provincia de Sonsonate (1785-1821). Pag. 66, SECULTURA y Grupo Parlamentario de Mujeres. San Salvador. 2013.
5Durán Marroquín, Diana Carolina. Mujeres y violencia. Una aproximación a las acusadas a los juicios criminales de la provincia de Sonsonate (1785-1821). Pag. 66, SECULTURA y Grupo Parlamentario de Mujeres. San Salvador. 2013.

viernes, 1 de marzo de 2019

MUJERES, DEMOCRACIA, FEMINISMO Y NUEVO ESCENARIO POLÍTICO


Marcela Lagarde expresa que Democracia y Feminismo son mutuamente necesarios.  Pero desde el inicio de la República y la democracia formal, la ciudadanía de las mujeres ha sido negada. Recordemos a una Olympia de Gauges que fue condenada a la Guillotina en 1793, después de proclamar sus Derechos de la Ciudadana. La república, la democracia y la ciudadanía eran pues solo masculinas.

En El Salvador, la lucha por la ciudadanía de las mujeres comenzó temprano del siglo XX. En 1922, una manifestación de mujeres que apoyaba al candidato Dr. Miguel Tomás Molina en contra del candidato de la dictadura Meléndez, fue reprimida. No se sabe el número de muertas, pero en el Cementerio de San Salvador, hay una placa en recuerdo a este hecho..

En 1930, la periodista empírica, poeta y feminista Prudencia Ayala, se autoproclama candidata a la presidencia de la república en las elecciones presidenciales. Su candidatura fue denegada por la Corte Superema de Justicia, ella continuó en su lucha feminista y centroamericanista hasta su muerte en 1936.

En 1950 se  instaura el voto universal. Por primera vez votaron las mujeres y fueron dos las primeras mujeres electas como diputadas en la Asamblea Legislativa en 1954. De ahí a la fecha, las mujeres han participado en los partidos políticos, siendo más concurrida esta participación a partir de los Acuerdos de Paz en 1992. Los Acuerdos de Paz dan inicio a una era en Democracia en el país. El número de mujeres electas ha sido mayor en 26 años de democracia  y paz que en 60 años de dictaduras civiles y militares y guerra.

La ciudadanía y la democracia para las mujeres son vivencias que implican tensión y contradicciones muy concretas. Las organizaciones de mujeres han luchado por incorporar sus demandas al imaginario y la práctica política de los partidos y de la sociedad, y en ese sentido democratizar la la sociedad. Pero el camino de muchas mujeres en los partidos políticos no ha sido fácil, sino lleno de obstáculos. Las mujeres en los partidos políticos no entran a competir en igualdad de condiciones con los hombres. Las mujeres son víctimas de violencia simbólica y política, muchas veces a través de las redes sociales. Las organizaciones de mujeres y feministas han sido cuestionadas y atacadas desde muchos frentes, incluyendo el religioso, cuando demandan su derecho a decidir a ser madres o no, es decir el derecho al aborto.

Los partidos actuales surgidos antes o después de 1992, unos más y otros menos, arrastran características autoritarias, patriarcales, clasistas y racistas. El movimiento y el partido que llevó a Nayib Bukele al gobierno en las elecciones presidenciales de febrero, no escapa a estas características. En su plataforma aparece el apartado “Mujeres” donde se expresan como promesas, una serie de demandas que vienen del Movimiento de mujeres y feminista. Las mujeres debemos estar atentas a que estas promesas se cumplan y a desenmascarar al gobierno electo si estas promesas solo quedan en palabras. Pero también no debemos olvidar demandas radicales como la despenalización del aborto, que no caben en ninguna agenda partidaria. Como sea, la lucha de las mujeres por nuestros derechos continúa más vigente que nunca, la unidad en la diversidad del movimiento es necesaria y urgente en el nuevo escenario que se avecina para que la democracia se fortalezca y el feminismo siga siendo un movimiento plural y crítico hacia el poder.
Silvia Ethel Matus