Este blog, se abre a las elecciones
del 2014, desde una mirada crítica feminista y democrática.
Abordaremos en este espacio: el
sexismo en la campaña electoral, los puntos de plataforma de los partidos
políticos dirigidos hacia las mujeres, la participación de las mujeres en la
elaboración de plataformas de los partidos políticos, y todo lo que tenga que
ver con la incidencia de las mujeres en esta campaña.
Las
campaña para las elecciones a la presidencia y vicepresidencia de la república
a realizarse el mes de Febrero de 2014, arrancó el Martes 1ero. de Octubre. En
ella participan partidos y coaliciones políticas diversas habiéndose inscrito al
Tribunal Supremo Electoral, las candidaturas siguientes: Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional
–FMLN-: Salvador Sanchez Cerén, presidente, y Oscar Ortiz vicepresidente. Por Alianza
Republicana Nacionalista -ARENA-: Norman Quijano, presidente y René Portillo
Cuadra, vicepresidente. Por UNIDAD, coalición formada por los partidos PDC, PCN
Y GANA: Elías Antonio Saca presidente y Roberto Laínez, vicepresidente. Por la Fraternidad Patriota
Salvadoreña –FPS- Óscar Lemus y Rafael Menjívar. Por el
Partido Salvadoreño Progresista –PSP- René Rodríguez Hurtado y Adriana Bonilla.
Sólo un partido político lleva a una mujer en su fórmula, como vicepresidenta.
El
Artículo 172 del Código Electoral, regula la materia electoral, e indica que la
propaganda electoral sólo se permitirá aun sin previa convocatoria, cuatro
meses antes de la fecha establecida por la ley para la elección de presidente o
presidenta y vicepresidente o vicepresidenta de la república, sin embargo por
lo menos dos partidos políticos y una coalición han adelantado su campaña
electoral. Las autoridades del Tribunal Supremo Electoral –TSE- informaron que
cuatro millones novecientos sesenta mil salvadoreños y salvadoreñas, están
aptos para votar.
El
52.7% del padrón electoral son mujeres y el 47.3% son hombres. Y la tercera
parte de los votantes posibles hacia las elecciones del 2014 serán jóvenes de
18 a 29 años, es decir, un total de un millón, 525 mil 75 personas[1]. Las mujeres y los
jóvenes, han sido los mayores abstencionistas en los procesos electorales
anteriores, la tendencia se ha mantenido desde hace una década.
Por
tanto es un desafío para los partidos políticos motivar a que mujeres y jóvenes
voten en estas elecciones presidenciales.
SEXISMO EN LA
CAMPAÑA ELECTORAL
Una visión
crítica desde el feminismo nos dice que “La publicidad generalmente reproduce
dos estereotipos de mujeres para el mercado: La ama de casa perfecta y la
mujer-cuerpo, objeto de deseo”. En la Campaña política, ambos estereotipos
están siendo utilizados.
Así algunos
partidos en su propaganda, promueven regalos que fortalecen las visiones
tradicionales de las mujeres desarrollando actividades y tareas hogareñas.
En otros
casos, algunos Partidos Políticos siguen utilizando el cuerpo de las mujeres,
para promover su campaña electoral y la petición del voto a sus electores. La
imagen aquí presentada, ha sido sacada de face book, en ella, mujeres en trajes
de baño, bailan en una tarima donde se lee Sector Juventud de Arena. Esto de muchas maneras responde a una forma
de violencia que es la violencia simbólica, registrada en el artículo 9 de la
“Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres”. La
violencia simbólica se tipifica como: “mensajes, valores, iconos o signos que
transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación
en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y naturalizan
la subordinación de las mujeres”.
Al
utilizarnos como cuerpo-carnada, adorno que promueve un producto (partido
político) que persigue conseguir un voto (el masculino), esa mujer joven, de
cuerpo esbelto, “mujer liberada”, mujer objeto de deseo del hombre actual, se
convierte en cosa, se cosifica y deshumaniza y por tanto se desvaloriza.
¿Por qué se
utiliza el sexo en la campaña electoral?, porque el sexo atrae, llama la
atención, el sexo vende productos ya sean materiales o simbólicos como los
partidos políticos. Pero del sexo al sexismo hay poco trecho. Debemos
aclararnos que las mujeres que son utilizadas en la campaña no son el problema,
ellas son víctimas de la necesidad, de las pocas oportunidades: Los victimarios
y los responsables de la manipulación son los publicistas, los políticos, los
fraguadores de campañas, ellos utilizan con conciencia el sexo desde una visión
masculina, misógina y sexista. Por lo anteriormente expuesto, creemos que la
cultura política no ha cambiado.”[2].